Apuntamos Alto: Pobreza Cero
Por Mons. Oscar Ojea
Presidente de Cáritas Argentina |
La Colecta es una oportunidad para entusiasmar a muchos que, desde su lugar, pueden aportar lo propio.
“Todos estamos invitados al banquete de la vida”, decía Pablo VI. Con esta imagen somos todos iguales, todos tenemos hambre, comemos del mismo pan, nos servimos de lo mismo, todos somos hijos de Dios, necesitamos de la naturaleza y cuando comemos expresamos que somos iguales.
En la Colecta pasa lo mismo, porque todo es importante. El aporte de cada uno lo es, lo que entregamos y cómo lo damos. Aquí Pobreza Cero o Apuntamos Alto se correlaciona con la pobreza evangélica.
En el Evangelio, “pobre” es el que lo da todo, el que todo lo entrega, no sólo y no tanto el que no tiene. Entonces, es muy importante tener en cuenta en la espiritualidad de la Colecta lo que da cada uno, lo que aporta desde su lugar y respetar cada aporte es respetar su dignidad.
Apuntamos Alto. Desde el punto de vista evangélico, es: “sean perfectos como el Padre Celestial es perfecto” (cfr. Mt. 5, 48). En este texto quiere decir “sean perfectos como es perfecto el Padre”. Jesús nos pone al Padre como modelo de acabado, completo, pleno. Nos dice sea cada uno pleno, cada uno sí mismo, lleguen a ser aquello que por su vocación están llamados a ser. Eso es Apuntar Alto.
“Tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, estuve desnudo y me vistieron, preso y me vinieron a ver. ¿Y cuándo, Señor, estuviste así?” Entonces Jesús dice: “cada vez que lo hicieron con uno de estos hermanos más pequeños, lo hicieron conmigo.” (cfr. Mt. 25, 35-39)
Cada vez que lo hicieron o sea, en cada gesto, aunque parezca pequeño, cada uno tiene su valor. No dice “es como si lo hubieran hecho conmigo”. Cada vez que ustedes hicieron por los demás, lo hicieron conmigo”. Es como si dijera “yo lo sentí porque fue a mí a quien se lo hicieron”. Entonces, Apuntamos Alto, porque es Jesús.
Para Jesús lo mejor, lo más excelente. Para los pobres, lo mejor. Apuntamos Alto. Acá no se trata de lo que sobra, lo poco. Es Jesús, entonces hay que ir arriba, hay que Apuntar Alto.
Con respecto a la Pobreza Cero, Jesús en el Evangelio dice: “a los pobres los tienen siempre con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre” (Jn. 12,8) Nosotros sabemos que siempre va a haber pobres. No me detengo a analizar las causas por las que siempre va a haber pobres. Seguramente, tiene que ver con el modo humano de administrar los bienes en el mundo y sobre la historia de cómo se ha desarrollado esto de lo injusto. El pecado, las consecuencias del pecado, el pecado social.
¿Pero por qué decimos Pobreza Cero y volvemos a expresarlo? Porque pertenece al Reino. Cuando Jesús nos invita al banquete, está invitando a todos, no queda ninguno excluido. “Salgan a los caminos, inviten a todos” (cfr. Mt. 22,9). Entonces, yo estoy uniéndome al corazón de Cristo cuando expreso este deseo. Vuelvo a mirar a la realidad y digo: “bueno, pero, es una utopía, una ilusión, un sueño.
Entonces, soñemos, de verdad, aprendamos a soñar. ¿Por qué no podemos tener un banquete donde todos puedan desarrollar lo mejor de sí mismos, todo lo que cada uno tiene para aportar? Si Dios nos creó es para que cada uno pueda descubrir su riqueza, sentirse valioso y aportar todo aquello que le pueda dar a la comunidad, toda su capacidad y así encontrar su vocación y su alegría. ¿Por qué no podemos soñar que podemos todos?
“Apuntamos Alto, Pobreza Cero” también está impregnado de este sueño que tenemos que permitírnoslo. Porque si no soñamos, no nos contactamos con nuestros deseos más profundos que hay que proyectarlos hacia delante, sino vivimos siempre en el “chiquitaje”, en lo pequeño, en el tramo corto. Hagamos la experiencia de seguir adelante con este sueño de la Pobreza Cero y de este modo, Apuntamos Alto, vamos a ir año tras año sumando voluntades a la Colecta, porque creemos que entre todos podemos construir una sociedad inclusiva, justa y equitativa y así hacer realidad este sueño de la Pobreza Cero.