El voluntario, motivado por un llamado personal en su corazón y en su
conciencia, ofrece su solidaridad desde una entrega gratuita y fraterna a los
demás, especialmente hacia quienes más sufren. Cada día, los voluntarios
encuentran en sus comunidades muchas realidades dolorosas y difíciles, que se
transforman en desafío a la hora de vivir esta vocación de servicio.
|
Ser voluntario no es una manera de hacer sino de vivir. No es dar sino
darse a sí mismo, ofrecer su tiempo, sus capacidades, su esfuerzo, invitando
a la sociedad, desde su propio testimonio personal, a tomar mayor conciencia
sobre la necesidad de trabajar juntos por el bien común.
Sumarse a la misión institucional y comprometerse con Cáritas lleva
tiempo, trabajo, oración y colaboración de todos quienes comparten el mismo
camino.
Ya sea que uno se acerque espontáneamente o en respuesta a una
invitación particular, ser voluntario significa un compromiso grande con la
acción y con la reflexión, que busca transformar las tareas cotidianas en desde
momentos privilegiados de conocimiento interior, tanto a nivel personal como
comunitario.
|
Aquellos que
deseen sumarse como voluntarios de Cáritas, pueden dirigirse a su parroquia más
cercana para conocer la tarea que allí se realiza y ponerse al servicio del
grupo de trabajo el don o talento personal que se pueda ofrecer para acompañar
a quienes más lo necesitan.